Estimado Gurb:
En un paquete de toallitas para bebés de las que vengo usando desde que me extirparon un prolapso hemorroidal de cuarto grado (unas toallitas estupendas, frescas y perfumadas, testadas bajo control dermatológico y pediátrico, con ph neutro, hipoalergénicas y sin alcohol), venía de regalo un viaje al paraíso de los terroristas suicidas. ¡Imáginate qué ilusión! Y lo mejor es que mi llegada como flamante premiado coincidió con la apoteósica entrada de dos heroicos muyahidines. Te cuento:
Ellos llegaron lógicamente desmembrados, y, como en un remedo idiota de Mr. Potato, comenzaron a colocarse sus cositas que habían venido revueltas por otro lado. Al principio todo fue normal: uno se ponía un brazo, el otro se colocaba una pierna, ora poníanse una mano, ora una pezuña… En fin, lo lógico en estos casos, Gurb.
TEXTO COMPLETO:
http://www.gurbrevista.com/2015/11/carta-a-gurb-25/
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