viernes, 20 de febrero de 2015

Revista GURB dedicada a los paraísos fiscales

Estimado Gurb:
Ayer, mientras frotaba el váter fuertemente con la escobilla, como en una reinterpretación escatológica de Aladino, ante mí se materializó un banquero suizo en déshabillé proponiéndome el muy guarro que fuéramos juntos a ver 50 sombras de Grey… Imagínate, yo me quedé cortadísimo y no pude negarme. Ya en el cine, cuando el Grey ese estaba sodomizando brutalmente a un ornitorrinco neocatecumenal, el banquero suizo, excitado sin duda por los románticos diálogos que componen el delicado guión de tan extraordinaria película, comenzó a lamerme muy asquerositamente mis pechos (¡los cinco!). Después, del marsupio característico que tienen todos los banqueros suizos se sacó cuerdas, cadenas, esposas, mordazas, látigos, cartillas de ahorro, contratos de creación de empresas ficticias y muchos otros obscenos juguetitos con los que pretendía llevarme, dijo, al paraíso fiscal. Reconozco que por un momento estuve tentado de ceder a las proposiciones del banquero, Gurb, pero era tal el hedor a terrorismo, tráfico de armas y corrupción que exhalaba el tío cochino, que me dio mucha fatiga y decidí rechazarlo.
TEXTO COMPLETO:
http://www.gurbrevista.com/2015/02/carta-a-gurb-8/#comment-2943

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